Hace más de dos
décadas, Howard Gardner, Premio
Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011, revolucionó la psicología con
su teoría de las inteligencias múltiples, según el cual “Cada ser
humano tiene una combinación única de inteligencia. Éste es el desafío
educativo fundamental. Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas
nuestras mentes son iguales. O podemos tomar las diferencias entre ellas”.
Sin embargo, en la actualidad el sistema nos trata a todos por igual por lo que no facilita
el desarrollo de ese potencial.
Sir Ken Robinson, experto en educación y autor del Informe
Robinson, muy importante donde se tratasobre los retos de la educación en el siglo XXI, asegura
que nuestro sistema educativo anula la individualidad al definir la
inteligencia en función de las aptitudes académicas. “Deberíamos
pasar de este sistema `industrial´ a uno `agrícola´ en el que la escuela ponga
las condiciones para que nuestras capacidades puedan florecer”.Ver:El funcionalismo en la educación
Por tanto, yo pienso que es mucho mejor fomentar
estas inteligencias para dar mejores oportunidades y poder tener más
posibilidades de adecuar la enseñanza, para estas diferencias, y atender así
las necesidades especiales de cada cual, de esta manera se evitaría muchos
casos de fracaso escolar. Por otro lado además el desarrollo y la existencia de
diferentes inteligencias hacen que la sociedad pueda hacer frente desde
diferentes puntos de vista a los retos que nos depara y nos plantea la vida y
por tanto es importante fomentar en cada uno su “punto fuerte”.
Vayamos hacia la enseñanza abierta y
compartida. En la actualidad disponemos de números apoyos tecnológicos para
fomentar, aun mas, esta visión porque la tecnología es muy útil pero sin buenos
profesores que animen e impliquen a los alumnos carece de valor.
No he querido dejar pasar la oportunidad de aprovechar este vídeo y la reflexión que hice para la asignatura de psicología para el blog, creo que es un tema que incita al debate y es mas que interesante, aquí lo dejo.
Al
ver el vídeo de Pablo Pineda no pude hacer otra cosa, desde el inicio hasta el
final del mismo, que permanecer con la boca abierta y perpleja de cómo aquella
persona que estaba viendo, y se suponía debía relacionarse con cierta
dificultad, se expresaba sin duda alguna mejor que yo, y que otros muchos
denominados por la sociedad como “normales”, y comprobar hasta dónde había sido
capaz de llegar.
Pero
ciertamente, no es habitual encontrarse con una persona con Síndrome de Down
que sea capaz de llegar o haya llegado donde Pablo, para mi es lo que yo
definiría como el superdotado de los Síndromes de Down.
Parte 1
Que
Pablo haya llegado haya donde se ha propuesto es recompensa del esfuerzo de sus
padres de educarlo como a uno más de sus hermanos (sin discriminaciones
positivas), de que se le haya brindado la oportunidad de una educación y
terapias adecuadas y de su esfuerzo y constancia.
Ahora bien, ¿en qué lugar se encuentra
Pablo en la sociedad? él es una persona con Down que no corresponde con los
estereotipos que tenemos de ellos, pero porque realmente no esta dentro de este
grupo a nivel intelectual, en cambio por otro lado físicamente tampoco está
fuera de él, esta estereotipado con ciertos caracteres físicos que producen
esta enfermedad. Por lo tanto, como el mismo define no se encuentra ni en el
“lado” de los Down, donde no le ven como a un “igual”, ni en él del resto de la
sociedad, donde él aprecia que no es tratado de manera “neutra”, debido en parte a la “etiqueta” exterior que
le acompaña.
Parte 2
Esto le ha ocasionado
problemas de discriminación en la escuela (él se educo en un colegio
convencional) con el resto de compañeros y ha tenido que soportar verdaderas
situaciones nada agradables.
Las preguntas
que me suscita el tema y que en clase se trataron son: ¿las personas con
síndrome de Down se pueden y deben integrar en el sistema educativo
convencional o deben ir a colegios especializados?, y por otro lado ¿si
llegarán a estar totalmente integrados en la sociedad o, mejor aún, si estamos
preparados?
Para ambas
preguntas tengo dos visiones distintas, por un lado pienso que son personas que
ciertamente tienen cierto retraso (en mayor o menor grado) y es cierto que esto
no les impide en muchos casos relacionarse favorablemente, pero el estereotipo
social hace que tengan que pasar por situaciones desagradables.
En el caso
del colegio más concretamente, creo que si el niño tiene grandes problemas aun
para relacionarse o seguir las clases no creo que sea muy positivo para el
apreciar en muchos casos las risas y burlas de los compañeros, ocasionadas (en
gran medida) por el desconocimiento y la mala educación que se forja desde sus
hogares. Ya tendrá tiempo de ver lo que es la vida cuando sea un poco más mayor
y más maduro emocional y mentalmente ¿no?, ¿por qué un niño pequeño tiene que
sentir lo que es sentirse apartado de un grupo de “iguales” desde tan corta
edad?
Parte 3
Sin embargo,
por otro lado porque cuando vemos a una persona con síndrome de Down
inevitablemente la sonreímos, cuando queremos saber algo sobre ella preguntamos
a su familia…. ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si nos tratasen siempre con
diferencias, o si siendo adultos nos tratasen como a niños? Seguramente que mal
y ciertamente el limar esas diferencias es mucho más fácil hacerlo desde la
infancia, en las escuelas. La enfermedad lleva implícita un “retraso mental”,
pero aun así ellos son conscientes de su entorno perfectamente, piensan y siente igual que nosotros y por tanto
aprecian las diferencias de trato.
Vivimos en
una sociedad llena de prejuicios que siempre tacha al diferente, simplemente
por el hecho de serlo, sin darnos cuenta que todos los somos, que cada persona es
diferente. Ellos deben sentir gran impotencia al ver que no son tratados de la
misma manera y les gustaría probablemente demostrar al mundo que son tan
válidos como cualquier otra persona, pero es la sociedad en general la que no
les deja hacerlo.
Deberíamos
centrarnos en sus capacidades, que son muchas; en vez de fijarnos en las
limitaciones que tienen estas personas (y que todos podemos tener) para poder
trabajar y convivir codo con codo, pero también pienso que todavía nos queda
mucho en este camino.
Si tengo que definir esta
película las primeras dos palabras que se me ocurren son: impresionante y
única.
Black narra la historia de Michell
McNally, una niña ciega y sorda que hasta los 8 años vive en un mundo de
oscuridad, sin conocer nada más.
Tras la intervención de su
profesor demuestra una gran fortaleza, constancia y deseos de superación, a pesar
de sus limitaciones, llegando a conseguir su sueño, ser licenciada en la universidad.
El mensaje que deja la película
es muy claro, y tan difícil de llevar a cabo muchas veces, la superación, la
valentía, el esfuerzo, la lucha, cosas que las personas que no tenemos que
enfrentarnos –afortunadamente- en la vida con una situación como esta conocemos
desde otro punto de vista diferente. Te das cuenta de que eso si es un reto,
que aquí estas palabras cobran mucha más fuerza si cabe, ella si ha sabido
luchar y cambiar su destino. También demuestra como la ayuda ante una situación
que parece sin salida puede provenir del sitio más insospechado cuando menos te
lo esperas. Y llevarte hasta la" luz".
Coge la mano del que te la
tiende cuando lo necesites y tira de
ella, te será mucho más fácil salir adelante. Después solo actúa como te
gustaría que lo hiciesen contigo, le habrás sabido recompensar.
Las dificultades que deben superar a diario tanto los discapacitados
como su familias son innumerables, a nivel de la discapacidad como a nivel social . Esto debería tenerse en cuenta para brindarles todo el apoyo
que les sea necesario. Michell tuvo la suerte de nacer en una familia india
pudiente, de no haber sido a si probablemente ella hubiese permanecido en su
oscuridad eternamente.
Esto es
extrapolable a nuestra sociedad, muchas personas necesitan ayuda especializada
que nunca llega (crisis, recortes, personal no cualificado) y ellos no pueden
costear y quedan eternamente allí en su silencio, en la oscuridad. Debemos intentar
cambiarlo y luchar por ello y, cómo no, poner todos nuestros recursos
personales a su disposición, por su integración.
Enlazando con el trabajo
realizado en la asignatura me gustaría tratar el tema de la generación digital.
Es decir, aquellos que hemos nacido en la era de la revolución tecnológica con
multitud de aparatos a nuestro alrededor disponibles para ayudarnos en las
tareas, trabajos, facilitarnos el acceso a la información, entretenernos e
incluso comunicarnos y en teoría hacernos más fácil la socialización.
Ahora bien, yo lanzo una pregunta
que invita a la reflexión ¿es esto cierto, tenemos ahora mas contacto con la
gente? ¿Nos ayudan la multitud de grupos como
facebook, twitter, tuenti,… a relacionarnos mejor o, por el contrario,
en la actualidad cada vez nos es más difícil comunicarnos cara a cara con otras
personas?
Y por otro lado ¿las tecnologías nos están haciendo más
independientes y más eficientes a la hora de buscar información o realizar
diferentes tareas o, en cambio, somos dependientes de estas herramientas e incluso
de buscadores que nos facilitan la labor dejando descuidados otros aspectos
importantes como es la búsqueda autónoma de información, la redacción de
documentos, la documentación a partir de bibliografía en papel…?
¿Qué pasa
cuando las tecnologías fallan o no están
disponibles, sabemos desenvolvernos?
El otro día en clase el profesor hizo referencia sobre un vídeo en el que un niño de nueve años habla abiertamente de temas “considerados
de mayores”, obviamente el tema te despierta curiosidad sobre como un niño de
tan corta edad puede hablar con firmeza e ideas muy claras sobre el tema y lo
busqué.
Después de ver el vídeo me quedé francamente impresionada con la entereza, firmeza y realidad
que hablaba Frank. Los temas tratados me parecen bastante comprometidos y más en
la década en la que el vídeo es grabado, en la que creo aun se tenía una
mentalidad más cerrada y conservadora. El mero hecho de plantear ya ese tema a un
niño de 9 años me parece arriesgado y quizás, si lo veo en el papel de madre o padre
del niño, no muy pragmático.
Como aborda Frank el tema de la sexualidad me deja perpleja,
si bien es cierto, creo que tiene razón a la hora de tratarlo, con naturalidad,
sin tapujos, y como lo que el acto en si realmente es. Sin embargo, no dejo de
pensar que quizás es una experiencia un poco prematura, no a nivel corporal o
físico en el que todos podemos disfrutar de nuestro cuerpo cuando y como cada
cual quiera, sino en lo psicológico. El
acto en si no deja de estar asociado a lo que es realmente, de manera fisiológica
y evolutiva, un acto para la reproducción, con lo que ello implica. El
disfrutar del cuerpo está bien, pero ¿y las consecuencias que de ello se pueden
derivar? Un niño/a con esa edad no es maduro psicológicamente para hacer frente
a una situación de este tipo con lo cual la naturalidad del tema habría que
enfocarla también desde ese punto de vista.
Sin embargo al resto de temas abordados no puedo ponerles
pega alguna y estoy totalmente de acuerdo, el problema de la adultez es el
sentimiento nuevo que aparece asociado a ella la maldad.
Cuando dice “los niños son seres humanos como todos, ¿no? son
seres humanos, pero más pequeños”, es totalmente cierto y deberíamos darnos
cuenta del rol que juegan en la sociedad y en la vida, y no ensalzar su
capacidades y habilidades intrínsecas de su etapa en ocasiones y otras veces
utilizar eso mismo para despreciar sus opiniones o acciones.
Lo mismo ocurre en la adolescencia, etapa difícil de cambios
importantes en todos los niveles la cual debería de ser mas entendida y
empatizar un poquito más con ellos.
Aprovechando el fantástico
tema que hemos elegido para desarrollar y exponer en la asignatura de
sociología, me permito la licencia de utilizarlo para esta entrada.
El tema trata sobre“la sociedad del conocimiento, la
información y la comunicación”. De ello se deduce la premisa de que el
acceso amplio a la información es clave para que las personas entiendan,
participen y respondan a los retos que el desarrollo impone a la sociedad, siendo,
sin lugar a dudas, un requisito indispensable para el progreso de la humanidad.
Larevolución tecnológicaque comenzó en el S.XX tiene estos
objetivos, y por lo tanto es crucial que para poder participar en la generación
de conocimiento actualmente, y poder enterarse de "cómo va el mundo".
Laglobalización de la informaciónes uno los aspectos que condiciona la
necesidad de generalizar la adquisición de una cultura y una alfabetización en
información en los individuos, las organizaciones y la sociedad en general.
Ésta implica grados crecientes de interdependencia en todos los niveles de la
vida y en toda la sociedad. Es imprescindible que la información disponible en
la red global, llegue a todos los sectores de la población del planeta.
Hoy en día cada adelanto
tecnológico puede leerse en primera instancia como un progreso social. Sin
embargo, ese progreso no llega a todos los estratos sociales por igual,Brecha Digital, hay sectores
sociales a los cuales esos adelantos no benefician, y la diferencia entre los
que sí están integrados a esa nueva tecnología y los que no, marca desniveles
en el acceso, uso y beneficios de esas nuevas tecnologías.
Desde su aparición se
percibe que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades
de desarrollo de las poblaciones,Brecha
Cognitiva, y que se establecerá una distancia entre las que tienen y las
que no tienen acceso a las mismas.
Por lo tanto hay que tener
presente lo que afirmó la Unesco en el 2005: «El conocimiento ha llegado a ser
ya un recurso de los más valiosos en muchos ámbitos, y en el siglo XXI abrirá
cada vez más las puertas de acceso al poder y los beneficios económicos. Quizás
se pueda emitir la hipótesis de que este recurso, tan estratégico, será en el
futuro objeto de una competición cada vez más reñida. ¿Es posible que algún día
unas cuantas naciones intenten monopolizarlo a toda costa? A este respecto,
cabe preguntarse si en el futuro habrá guerras del conocimiento como hubo en el
pasado guerras del opio o del petróleo».
Sin embargo no cabe duda,las TICs serán un elemento dinamizador
fundamental en la sociedad. Por consiguiente, quienes, individual y
colectivamente, logren desarrollar la infraestructura y las capacidades para
utilizarlas serán privilegiados, tendrán mayor capacidad de decisión e
influirán en la construcción de la sociedad del conocimiento.
Aquí muestro un video que hace aun más presente el concepto de
Brecha Digital y Cognitiva. El tema que desarrolla me parece que esta mas que
relacionado con esta nueva revolución del S.XX “Revolución tecnológica y del
consumismo en países desarrollados” la llamaría yo.
Entre las funciones sociales de la
educación, sobre todo de la educación formal, está la de capacitar a los
jóvenes para su incorporación al mercado laboral. La organización y el
funcionamiento de la escuela moderna están, de hecho, muy marcados por esta conexión
entre la escuela y el mundo del trabajo, que implica la relación entre
educación y productividad, desarrollo económico y empleo. Estos temas fueron
abordados durante mucho tiempo por el funcionalismo tecnológico o la teoría del
capital humano. Estas teorías deberían de ser cuestionadas desde enfoques alternativos
porque ¿qué ocurre cuando nos encontramos con una situación como la actual en
la que formar gente para un puesto especifico ya no es una garantía de
trabajo o inversión?. En cambio, hoy en día seguimos encontrado corrientes
funcionalistas en las leyes actuales de educación e incluso en el anteproyecto
de la nueva ley, la LOMCE, como hemos podido observar en las prácticas de la
asignatura.
Y para reflexionar sobre el tema os
dejo el siguiente vídeo más que ilustrativo Sir Ken Robinson
Más información:
Sir Ken Robinson(Liverpool,Inglaterra, 4 de marzo de 1950)
es un educador, escritor y conferenciante británico. Doctor en educación por laUniversidad de Londres,
Robinson es considerado un experto en asuntos relacionados con lacreatividad, la calidad de la
enseñanza, lainnovacióny los recursos humanos. Debido a la
relevancia de su actividad en los campos mencionados, especialmente en relación
a la necesidad de incorporar clases de arte al curriculum escolar.